La rosácea es una enfermedad crónica de la piel. La causa de la rosácea aún se desconoce y no existe cura. Sin embargo, la investigación ha permitido a los médicos encontrar formas de tratar la afección minimizando sus síntomas.
Hay cuatro subtipos de rosácea. Cada subtipo tiene su propio conjunto de síntomas. Es posible tener más de un subtipo de rosácea a la vez.
El síntoma característico de la rosácea son pequeñas protuberancias rojas llenas de pus en la piel que están presentes durante los brotes. Por lo general, la rosácea afecta solo la piel de la nariz, las mejillas y la frente.
Los brotes a menudo ocurren en ciclos. Esto significa que experimentará síntomas durante semanas o meses seguidos, los síntomas desaparecerán y luego volverán.
Los cuatro tipos de rosácea son:
Los síntomas de la rosácea a veces son diferentes entre cada subtipo, pero por lo general los sintomas son:
No se ha determinado la causa de la rosácea. Puede ser una combinación de factores hereditarios y ambientales. Se sabe que algunas cosas pueden empeorar los síntomas de la rosácea. Estos incluyen:
Hay algunos factores que lo harán más propenso a desarrollar rosácea que otros. La rosácea a menudo se desarrolla en personas de entre 30 y 50 años de edad. También es más común en personas de piel clara, cabello rubio y ojos azules.
También existen vínculos genéticos con la rosácea. Es más probable que desarrolle rosácea si tiene antecedentes familiares de la afección o si tiene antepasados celtas o escandinavos. Las mujeres también tienen más probabilidades de desarrollar la enfermedad que los hombres. Sin embargo, los hombres que desarrollan la enfermedad suelen tener síntomas más graves.
La rosácea no se puede curar, pero puede tomar medidas para controlar sus síntomas.
Asegúrese de cuidar su piel utilizando limpiadores suaves y productos para el cuidado de la piel a base de agua y sin aceite.
Compre cremas y humectantes faciales sin aceite.
Evite los productos que contienen:
Estos ingredientes pueden irritar sus síntomas.
Su médico trabajará con usted para desarrollar un plan de tratamiento. Suele ser un régimen de cremas antibióticas y antibióticos orales.
Lleve un diario de los alimentos que come y los cosméticos que se pone en la piel. Esto le ayudará a descubrir qué empeora sus síntomas.
Otros pasos de manejo incluyen: