Ha habido una tendencia reciente en las redes sociales de personas que se blanquean los dientes con carbón activado. Si alguna vez se ha preguntado si realmente puede blanquear sus dientes de esta manera, qué diablos podría implicar el proceso, o si realmente funciona o no, entonces ha venido al lugar correcto. Siga leyendo para descubrir todo lo que necesita saber sobre el blanqueamiento dental y el carbón activado.
El carbón activado es muy similar al carbón regular con el que puede encender su barbacoa, sin embargo, se usa específicamente para aplicaciones médicas. Se crea calentando el carbón usando un gas que crea poros grandes en el mineral que atrapan los químicos. El carbón activado se usa más tradicionalmente para tratar los gases intestinales, la colestasis durante el embarazo y reducir los niveles de colesterol. Es inodoro, insípido y se puede comprar en tiendas naturistas y farmacias en forma de tabletas.
Los poros del carbón activado se unen con las partes ásperas de los dientes, generalmente manchas superficiales y placa, lo que facilita la eliminación de las sustancias amarillentas. Una vez que se ha dado tiempo suficiente al carbón para que se adhiera a los dientes, se puede quitar y, cuando lo está, el mineral se lleva la placa, las partículas de comida y las manchas superficiales. Así es como el carbón activado logra blanquear los dientes, eliminando las manchas superficiales de una sola vez. Sin embargo, debido a que se adhiere a la arenilla que se encuentra en los dientes, el carbón activado no cambia el color de los dientes que están profundamente manchados o amarillentos de forma natural. Para ello, es necesario tomar medidas de blanqueamiento más drásticas como el blanqueamiento profesional.
El carbón activado es seguro para ingerir y limpiar los dientes, sin embargo, usarlo más 3 veces a la semana puede dañar el esmalte de los dientes. Tenga mucho cuidado de abusar del producto. No realice este procedimiento si tiene heridas abiertas, cortes o abrasiones.